domingo, 14 de octubre de 2012





El patrimonio Mural de Federico Cantú refleja en su iconografía, un buen numero de representaciones de la justicia y la violencia : Esta pasión se ve plasmada en sus murales religiosos como el de Pasadena California 1928, Parroquia de San Miguel Allende 1943, en la pinacoteca virreinal 1948 o la capilla de los misioneros de Guadalupe  UIC de 1958, pero También en sus pasajes históricos como la caída de Tenochtitlan  , Caída de Troya 1950 , Los Cuatros jinetes del Apocalipsis en el MUSEO RAGIONAL DE MORELIA 1955, solo por citar algunos .


Sin embargo hoy nos referimos a la violencia dentro del deterioro y el olvido del patrimonio mural de México, donde un buen numero de murales de los grandes maestros han sido destruidos parcial o totalmente. Este es el caso de la obra del desaparecido Bar Papillon donde Federico Cantú y Roberto Montenegro desarrollaron el tema en torno a la figura Arlequín en 1934 y que a la muerte de Cantú en 1989 y después de las notas periodísticas referentes al deceso  del artista aparecerían cuatro paneles recuperados de  este Bar Papillon ,  dos de Cantú y dos de Montenegro dentro de la Colección del legado de León Tissot.


Vida Pasión y Muerte de Arlequín tema iniciada en Montparnasse en 1924 fue el nombre que Federico  le dio a la obra por encargo para el Bar Papillon y En donde el artista mostraba la vida de arlequín Riviere a gauss ( Montparnasse) Rivere a duat (Montmatre )
Esta visión atípica al muralismo nacionalista,  de momento causo la critica de los tres grandes. Pero No es casual que  Montenegro y Cantú sean los pintores  que aborden el tema de Arlequín ya que  ambos degustaron las vanguardias Europeas que veremos reflejadas a lo largo de su legado artístico. 

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